lunes, 27 de mayo de 2013

Marcha Cicloturista "Patacabra" Ubrique



Tras una complicada semana de entrenamientos por la reaparición de la tendinitis y el dilema de si hacer la marcha corta o larga de la Patacabra decidí ser prudente. Los 170 km de la larga podían ser un martirio para las rodillas con La Sufrida a una semana vista. Los 90 km de la corta sería un buen test para probarme.

Montañas, cielo encapotado, nubes bajas, temperatura fresca, aire puro. Así amaneció la mañana, con otro buen madrugón que me había dado para estar a punto en la recogida del dorsal, aunque luego a media jornada el calor apretó. Buen ambiente en la salida y sobre todo muy diferente al de Jerez al menos en el aspecto de los participantes.

La conclusión más importante que saco es que no pude ir uno con la mentalidad de "voy a hacer la corta de sobrao" porque al final te sobran los palos que te caen. Esta marcha no estaba neutralizada como la de la semana pasada, al menos de la misma manera. El pelotón se puso a tirar desde primera hora y el rosario de ciclistas que crearon no hubo manera de controlarlo ya que no hicieron ninguna parada antes de la apertura del tramo libre.



En la salida de Ubrique tuve un percance, la carajotá del día, con el cambio y justo en la curva que se ve en la foto de abajo me quedé clavado y tuve que caer como pude a cámara lenta. Gracias a la impagable ayuda de Eduardo Cotrino, el cual me esperó todo el tiempo que hizo falta, pude reanudar la marcha. Cuando conoces a gente en estos casos sabes de la valía como persona que tienen. Otro hubieran seguido pero él me echó una mano sin dudarlo a pesar de que le costaría el no volver a la cabeza en toda la marcha. El no sabrá lo mal que me he quedado al saber que en parte por mi culpa no la completó como quisiera pero espero que pronto le sea pagado con creces.



La subida hasta Benaocaz quizás la hice demasiado alegre queriendo recuperar posiciones y debo aprender que los excesos se pagan caro. Durante unos minutos pude charlar con Pedro Lanseros "El Almirante", protagonista el año pasado del reportaje sobre la Quebrantahuesos en Teledeporte. Con una amabilidad exquisita me escuchó mientras le contaba que gracias a su ejemplo en parte estaba en ese lugar. Me contó el tirón que tiene la QH y que todo ciclista debe probarlo al menos una vez en la vida. Tras la amena charla reanudé el ritmo, alcanzando poco a poco a grupos pude llegar pasado Villaluenga hasta el grupo principal.
Tras bajar hasta el pantano (creo que cada vez bajo peor) intenté reponer energías y mantenerme metido en el pelotón para llegar lo mejor posible a la subida de Las Palomas.




Llegados al principio del puerto comenzó el zafarrancho. Vaya manera de subir que tenía el personal, da gusto ver como suben algunos. A una velocidad que era imposible mantener para mi decidí desde el primer minuto poner mi ritmo e intentar ir de menos a mas. La verdad es que ha sido la vez que más rápido he subido, en 46 min. había coronado (posición 52 de 127 participantes), pero eso se paga. Los últimos kilómetros di caza a algunos participantes y tras parar unos segundos en el alto para reponer los bidones continué la marcha.



Tras la bajada rápida pasando por Grazalema en la subida a Los Alamillos noté el primer amago de calambre, me pasó una grupeta e intenté aflojar. El tema esta que mi ímpetu no lo permitió y cuando vi que me alcanzaban un trío me uní a ellos. Iban bastante rápido, dándose relevos, incluso entre a un par de ellos...que gustazo. En uno de ellos me gritaron de coña ¡¡El carbono al poder!! jojojo lo que esta dando de si la Romani. Así estuve hasta Benaocaz, habíamos alcanzado a varios ciclistas, pero en un repecho tuve un amago grande de calambre y los dejé ir, la rodilla había comenzado a darme avisos por lo que la prudencia me hizo dejarme llevar hasta la bajada a Ubrique y dar por concluida mi marcha.

Cuando uno entrena bien todo va sobre ruedas pero en las últimas semanas por diversos motivos no estoy pudiendo entrenar como quisiera por lo que eso se paga. Marcha completada con mas pena que gloria y utilizándola a modo de entreno. El sábado 1 de Junio me espera La Sufrida y mi premisa es clara, completarla y disfrutar de sus 196 kms. y 4.000 m. de desnivel positivo.













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