Te vas dando cuenta de que la QH no es la prueba más dura, ni la mejor organizada, ni la más bonita, puede que no sea la mejor (ya lo comprobaré este año) pero lo cierto que si es especial, es diferente y por algo año tras año reune a miles de personas. Algunos la plantean como un reto, como afán de superación, otros para bajar marca, para coger mejores cajones de salida y otros simplemente lo que quieren es terminarla.
El solo hecho de tener que preparar la prueba durante meses ya hace que tenga un proyecto ambicioso en tu mente, una ilusión. Hace poco encontré estos tres vídeos, me parecen una muestra muy buena de lo que estaba hablando. Un persona anónima que plantea un reto en su vida, una ilusión, y lucha por ella hasta conseguirla. Paloma, 43 años, madre de cuatro niños y trabajadora, merece la pena vivir de cerca su superación.
A veces hay obstáculos, nada es fácil, se necesita sacrificio y trabajo pero con constancia todo es posible. Querer es poder.
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