martes, 1 de octubre de 2013

Un año después


Hoy 1 de Octubre hace un año que salí por primera vez a rodar con la Romani. Arriba a la izquierda se puede ver mi tipito, con 16 kilos mas, el 30 de Septiembre tras pasar por The Cat Long. Recuerdo que la inestabilidad fue lo primero que sentí en la bicicleta, esas finas ruedas, el manillar, la postura me hacían sentirme vulnerable al máximo. Intenté llegar hasta Rota, aproximadamente unos 40 kms. ida y vuelta desde donde vivo, pero me quedé a mitad de camino. Al menos tres intentos más tuve que hacer para llegar, por eso el día que llegué hasta Chipiona fue un éxito para mi, había sumado 50 kms.

Luego vino la imprescindible ayuda de David para prepararme, el rodillo el cual forma parte de mi entrenamiento casi diario, la pérdida de peso, decidir que la Quebrantahuesos sería el reto a conseguir y mil cosas mas que me han servido de aliciente. Lo que siempre estuvo ahí es la sensación de disfrutar con lo que hacía, sentirme bien conmigo mismo y superarme el día a día. Por eso siempre intento sonreir, cuando uno pone su pasión en algo si no lo hace esta acabado, si no disfruta mejor dejarlo. Seguramente un día dejaré de montar en bicicleta, o no, puede que sea pronto, o dentro de unos años, pero desde luego que el día que no disfrute se acabará.

Para poder disfrutar es cierto que hay que sacrificarse, sin sacrificio no hay recompensa y no todo es un camino de rosas. He tenido días de lluvia, niebla, frío (no olvido aquel día bajando el Boyar sin ir abrigado, en toda mi vida había tenido esa sensación tan grande de frío), calor y hasta nieve. Esto solo hace poner el punto de picante para que continúes y te hagas mas fuerte, siempre he pensado que si me llovía o pasaba calor era porque yo quería, por desgracia hay personas que no pueden decidir, es mejor valorar las cosas positivamente.

Me falta muchas fotos que incluir en el collage, diferentes momentos vividos, amigos que he conocido y otros que solo estan en mi mente. Recuerdo el primer día que llegué a Medina, paré a echar una foto y cuando me monté en la bici las piernas iban temblonas, me monté en la bici y primero me caí hacia la izquierda. Me levanté rápido, monté de nuevo y tortazo a la derecha, qué ridículo. Otro bueno fue cuando me caí saliendo de Ubrique porque en vez de meter piñon grande metí el chico y me quedé clavado. En fin, tengo para un libro.
A lo que iba, la foto mas importante que me falta por hacer y que espero pronto pueda completar es con mi equipo, esos gregarios que me ayudan en el día a día. Los que me han acompañado a las Marchas a animarme o recibirme. Mi familia. Sin ellos no hubiera podido hacer nada de esto, sin su ayuda diaria nada seria igual. En especial mis dos gregarias de lujo, mi mujer y mi hija. Ellas han esperado pacientemente cada vuelta a casa, me han ayudado a prepararme y sobre todo me han apoyado.

Ahora me queda una última cita de la temporada, será en Grazalema. Luego a descansar un mes, recargar las pilas y volver a entrenar para el año que viene estar preparado para los nuevos retos. No tengo intención de ser el mejor, solo quiero seguir disfrutando.

#quererespoder







1 comentario:

Paco dijo...

Que artista eres. Ya sabes que es un placer haberte conocido gracias a este fantastico mundo que es el cicloturismo